La inflación anual en la eurozona se desaceleró en septiembre al 0,9%
Los datos de Eurostat sobre la inflación de la eurozona en septiembre fueron otro factor que apoyó la previsión de una mayor flexibilización monetaria del Banco Central Europeo. En comparación con el mismo mes del año anterior, los precios al consumidor aumentaron un 0,9%, desacelerando desde un crecimiento del 1% en agosto y estando muy por debajo de la meta de inflación del BCE de alrededor del 2%. Los expertos no esperaban un cambio en la tasa de inflación de agosto. La inflación, que no incluye los precios de la energía, los supermercados y las bebidas alcohólicas, fue un 1 por ciento superior al 0,9 por ciento anterior. Esta cifra fue superior a la inflación total por primera vez desde diciembre de 2016. Las reservas de energía cayeron un 1,8% en el año. Un mes antes, su valor cayó un 0,6%. El aumento de los precios de los alimentos, el alcohol y el tabaco se desaceleró al 1,6% desde el 2,1%. El costo de los servicios aumentó un 1,5%. En el mes anterior, aumentaron un 1,3%. La disminución de la inflación en la zona del euro se debe al debilitamiento del crecimiento económico. La disminución de la producción se produce en medio de la creciente tensión comercial y la incertidumbre geopolítica. Los nuevos pedidos cayeron al ritmo más fuerte en casi 7 años, lo que tendrá un impacto negativo en la producción desarrollada en el futuro.